En nuestro itinerario en autocaravana por la Haute-Vienne, nos detuvimos en Le Dorat, un encantador pueblo enclavado en los límites de Berry, Poitou y Limousin. Situado a 224 metros de altitud, este pequeño pueblo con carácter nos conquistó por su ambiente tranquilo, su rico pasado histórico y la calidad de su acogida a los autocaravanistas.
Desde el camping hasta el centro de la ciudad hay cinco minutos a pie. Los sábados por la mañana, paseamos por el mercado semanal antes de visitar algunas bonitas tiendas de artesanía y antigüedades. En las afueras, hay un pequeño supermercado para hacer la compra fácilmente.
Almorzamos en "La Terrasse des Îles", un restaurante con un ambiente único donde se puede disfrutar de una excelente cocina malgache en un entorno que combina comestibles, antigüedades y convivencia.
Un poco más adelante, conocimos a un apasionado alfarero que también ofrece cursos para adultos y niños. Es una gran oportunidad para llevarse a casa una bonita pieza de cerámica hecha a mano o aprender una nueva habilidad local.
Le Dorat está catalogada como "Sitio Patrimonial Remarcable" y "Pequeña ciudad de interés", y no es casualidad. Su colegiata románica del siglo XI, declarada monumento histórico, impresiona por su tamaño y sus piedras cargadas de historia. Alberga las reliquias de San Israel y San Teobaldo, que se celebran cada siete años durante las "Ostenciones".
Otra curiosidad medieval es la Porte Bergère, vestigio de las antiguas fortificaciones de la ciudad. Y para los amantes de la naturaleza, varias rutas de senderismo comienzan a las puertas del camping. Ideal para evadirse en la campiña lemosina.
Dejamos las ruedas en el pequeño camping en mi pueblo de Le Doratgestionado por CAMPING-CAR PARK. Con una veintena de amplias parcelas sobre hierba, un terminal conectado, una máquina expendedora a la entrada e incluso un punto de acceso Wi-Fi, todo está pensado para garantizar una estancia confortable. Las instalaciones sanitarias, en buen estado, son accesibles de abril a noviembre con el Pase Digital. Y en cuanto a los servicios: alcantarillado, agua, electricidad, papeleras... todo está ahí.
La guinda del pastel son las impresionantes vistas sobre el pueblo y la majestuosa colegiata de Saint-Pierre-Es-Liens. El camping es increíblemente tranquilo, ideal para una noche de sueño reparador.
Salimos de Le Dorat cautivados por la acogida, la tranquilidad y la riqueza cultural de este pueblo. Para los autocaravanistas que buscan autenticidad, naturaleza y patrimonio, es una visita obligada. ¡Volveremos sin duda!
Philippe y Geneviève Ambassadeur CCP